El pasado 26 de junio fui a ver el estreno de «Tupac Amaru Runa», obra escrita por la gran actriz nacional Delfina Paredes y dirigida por su nieto Martín Velásquez Marvelat. La obra está en el Teatro Segura, que luce muy bello.
¿De qué trata Túpac Amaru Runa?
El visitador general del Virreinato del Perú, José Antonio de Areche Zornoza creyó que al torturar y ejecutar a José Gabriel Condorcanqui Noguera y a Micaela Bastidas arrasaría su memoria de la historia y que nadie más reclamaría nada. Pero a 244 años de aquel suplicio y sacrificio, se han escrito libros, obras de teatro, películas; sus rostros están en pinturas, pósters, polos, grafitis, etc.; sus nombres identifican calles, plazas, avenidas, colegios.

Túpac Amaru Runa, el que persiste en la memoria colectiva fue el ganador real
En la obra de Delfina, así se lo dice Areche a José Gabriel al final de la tortura, viendo que no delataría a nadie: “No quedará memoria de ti, ese será tu peor castigo”. Se equivocó.
Mientras, muy pocos identifican el rostro de Areche y solo los estudiosos pueden decir quién era el rey ibérico de entonces. Los nombres de Túpac Amaru II y Micaela resisten a los siglos. Es más, se acrecientan con el tiempo; adquieren dimensiones épicas. Evidentemente, también algunos regímenes han coadyuvado a ello, pero no deja de maravillarme el hecho de que los perdedores de la llamada ‘Gran Rebelión’, terminarían siendo los ganadores a casi dos siglos y medio.
Una frase común dice que la historia la escriben los vencedores. Es parte en cierto, pero lo es también que la historia, el pasado, da muchos giros. A veces insospechados.
El 17 de mayo de 1781, en la Plaza del Cusco, se intentó desmembrar a Tupac Amaru, tirado por de las extremidades por cuatro poderosos caballos. No solo se quería matar al hombre, al cacique rebelde, señor de Tungasuca, Pampamarca y Surinama, sino que se quería esparcir el terror entre los testigos. Que los indios vieran el castigo atroz sobre el cuerpo de aquel que se atrevió a levantar el dedo acusador y su brazo armado contra el poder español. Todos deberían tener miedo.
Pero, a pesar de ello, de la ejecución cruel, presenciada por su hijo Fernandito o Fernanducha, el derrotado Tupac Amaru terminó venciendo al paso del tiempo, en la historia, que tarde o temprano termina por acomodar las cosas.
Túpac Amaru Runa: la puesta en escena

Y de eso trata esta última puesta en escena escrita por Delfina Paredes, del poderoso triunfo de Túpac Amaru en el imaginario popular del Perú.
Se demuestra que la historia no siempre la escriben los vencedores, sino que, transcurridos dos siglos y medio, el nombre de Túpac Amaru, de Micaela Bastidas, de Tomasa Tito Condemayta —corajuda cacica de Acos—, entre otros conjurados, sigue vigente en la memoria colectiva.
Esta obra de teatro, en cartelera hasta los días 17, 18 y 19 de julio, es prueba de ello.
Su recuerdo sigue estampándose en polos y calles; se siguen publicando libros y hasta cómics, como uno de los últimos trabajos del historiador estadounidense Charles Walker —sobre Juan Bautista, el hermano de José Gabriel—; el nombre del idolatrado cacique hasta ha inspirado artistas de la industria musical como el del famosísimo rapero Tupac Amaru Shakur, conocido como 2Pac, uno de los raperos más influyentes de su género.
Túpac Amaru impregnado en la historia como símbolo de la rebeldía
Sus imágenes no fueron borradas de la historia como sentenció Areche, sino que fueron tatuadas en ella por los siglos venideros.
Este es el triunfo de Túpac Amaru, de Micael Bastidas y de la Gran Rebelión. Aparecen y reaparece entre las generaciones, tercos, insolentes, erguidos, para tumbar a las grandes narrativas, para escribir la historia de los vencidos.
PD. Las entradas para ver Túpac Amaru Runa pueden comprarse aquí en Joinnus.
Por: Eduardo Abusada Franco
Seguir a @eabusad IG: @eduardoabu79
OTROS ENLACES RECOMENDADOS POR PLAZA TOMADA
- Mihua: Miguel Humberto Aguirre nos ha dejado
- Taxi gratis en Mollendo
- Magia y realidad en la vida de los peruanos
- «El cine despierta conciencias», Reynaldo Arenas (Entrevista)
- Carlos Germán Belli
- “Tragedia en Collins Avenue”. La máquina del tiempo de Juan Manuel Robles
- Historia de amor
- Argentina campeón y mucho más
- Carlos Manrique, una entrevista que saqué de mi archivo: «Me alegra que me digan cheverengue»
- Yo también soy de la Banda de Hola Yola
Comenta aquí